La histerectomía continúa siendo uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes entre las mujeres en Estados Unidos, con más de 600,000 operaciones realizadas cada año.
La caída del estrógeno acelera el deterioro óseo y retarda la formación de hueso, lo que hace que las mujeres postmenopáusicas sean especialmente vulnerables a la osteoporosis.
Hasta 2021, aproximadamente el 14.6% de las mujeres mayores de 18 años tuvieron una histerectomía. La prevalencia aumenta significativamente con la edad, superando el 40% entre las mujeres mayores de 75 años. Si bien el procedimiento puede ofrecer un alivio esencial para diversas condiciones ginecológicas, es crucial comprender su impacto a largo plazo, particularmente en la salud ósea.


Cuando se extirpan los ovarios durante una histerectomía (un procedimiento conocido como ooforectomía), los niveles de estrógeno se desploman, desencadenando una menopausia precoz. Incluso si los ovarios se dejan intactos, los cambios en el suministro de sangre aún pueden perjudicar la producción de hormonas, afectando sutilmente la resistencia ósea con el tiempo. Es esencial que las mujeres que estén considerando o se estén recuperando de una histerectomía se informen de los riesgos y adopten estrategias que promuevan huesos fuertes y sanos.
Qué causa la osteoporosis
La osteoporosis ocurre con más frecuencia en mujeres debido a factores biológicos y hormonales que influyen en la densidad ósea a lo largo de la vida. Las mujeres por naturaleza tienen huesos más pequeños y delgados y una masa ósea máxima menor en comparación con los hombres, lo que significa que comienzan con menos hueso “de reserva” a medida que envejecen. El estrógeno, una hormona que juega un papel clave en el mantenimiento de la resistencia ósea, disminuye drásticamente durante la menopausia. Esta caída hormonal acelera el deterioro óseo y retarda la formación de hueso, lo que hace que las mujeres postmenopáusicas sean especialmente vulnerables a la osteoporosis. Además, las mujeres que experimentan la menopausia temprana o se someten a la ooforectomía enfrentan un riesgo aún mayor debido a la pérdida repentina de estrógeno.


Otros factores que contribuyen incluyen el estilo de vida, la genética y ciertas condiciones médicas. Las mujeres con antecedentes familiares de osteoporosis, baja ingesta de calcio o hábitos sedentarios tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad. Las condiciones como trastornos tiroideos, trastornos alimentarios y enfermedades autoinmunes también pueden interferir con el metabolismo óseo. El uso de medicamentos a largo plazo como los corticoesteroides o ciertos tratamientos contra el cáncer pueden debilitar más los huesos.
Cómo fortalecer la salud ósea
Después de una histerectomía, especialmente si implicó extirpar los ovarios, priorizar la salud ósea se vuelve esencial. Estas son algunas estrategias efectivas para fortalecer los huesos y mantener la salud del esqueleto después de la cirugía:
- Ejercicios con peso – actividades como caminar, bailar, subir escaleras y entrenamiento de resistencia ayudan a estimular el crecimiento de hueso y mejoran el equilibrio, reduciendo los riesgos de fracturas.
- Calcio y vitamina D – intente consumir al menos 1,200 mg de calcio al día y asegúrese de consumir suficiente vitamina D con la luz solar, la dieta o suplementos para favorecer la absorción de calcio.
- Dieta saludable – céntrese en las verduras de hoja verde, los lácteos, las legumbres y los alimentos fortificados. Evite el exceso de cafeína y alcohol, que pueden debilitar los huesos.


- Terapia de reemplazo hormonal (HRT) – en algunos casos, los médicos pueden recomendar la HRT para ayudar a mantener los niveles de estrógeno y disminuir la pérdida de hueso.
- Elecciones de estilo de vida – dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable para apoyar la salud ósea general.
- Examen de densidad ósea – los exámenes periódicos pueden detectar signos tempranos de osteoporosis y orientar las decisiones de tratamiento.
Conclusión
Una histerectomía puede cambiar la vida de las mujeres que sufren problemas ginecológicos crónicos como fibromas uterinos, endometriosis, sangrado anormal o prolapso uterino. El procedimiento a menudo produce un alivio significativo, permitiendo a las mujeres recuperar el control sobre su salud y bienestar. En casos de cáncer o de mayor riesgo de cáncer, la histerectomía puede tener un efecto preventivo y salvar la vida. Muchas mujeres experimentan una mejora de la salud emocional y física después de la cirugía.


Aunque los beneficios de la histerectomía pueden ser sustanciales, es importante reconocer los impactos y prepararse para ellos a largo plazo en la salud ósea. Incorporando el ejercicio regular, una dieta rica el calcio, vitamina D y hábitos de estilo de vida saludable, las mujeres pueden desarrollar y mantener huesos más fuertes. Esta medidas proactivas fomentan la resiliencia, promueven la independencia y apoyan la calidad de vida en el futuro.