En todo el mundo, las mujeres viven un promedio de cinco años más que los hombres, tienen una expectativa de vida de 81 años en comparación con 76 años en hombres. Esta diferencia está influenciada por una variedad de problemas de salud que a menudo son indetectables o no son tratados en los hombres, acompañados de una falta de consciencia respecto a la salud de los hombres. Como respuesta a esta inquietud, la Fundación Movember fue creada por un grupo de 30 hombres con el objetivo de poner en foco problemas de salud críticos que afectan a los hombres, como cáncer de próstata, cáncer de testículo y salud mental. Cada noviembre la fundación propone a los hombres dejarse crecer el bigote como símbolo visible para iniciar conversaciones y crear consciencia sobre estos problemas apremiantes. A través de apoyo de donantes generosos y colaboración continua con investigadores, Movember aspira a mejorar los resultados de salud de los hombres y reducir muertes que pueden prevenirse, en EE. UU. y el mundo.

Atención médica tardía
A menudo los hombres tardan en buscar atención médica debido a una mezcla compleja de factores sociales, emocionales y prácticos. Las normas culturales que relacionan a la masculinidad con la fortaleza pueden disuadir a los hombres de reconocer una vulnerabilidad o enfermedad, lo que hace que sea más difícil buscar ayuda. Muchos crecen internalizando la creencia de que los problemas de salud deben soportarse sin debatirse, especialmente cuando se trata de salud mental o sexual. Además, el miedo a las malas noticias o a procedimientos invasivos, acompañado de falta de tiempo debido a obligaciones laborales o familiares puede llevar a postergar controles e ignorar síntomas tempranos. Los obstáculos financieros y el poco conocimiento sobre salud también pueden hacer que la atención preventiva parezca menos accesible o necesaria.
Estigmatización de la salud mental
La estigmatización de la salud mental en hombres está profundamente arraigada en expectativas sociales que igualan la masculinidad con el estoicismo emocional. Desde pequeños, a los niños se les enseña a reprimir la vulnerabilidad y a “aguantar”, lo que puede generar vergüenza internalizada y silencio respecto a dificultades emocionales. Este condicionamiento cultural desalienta a los hombres de buscar ayuda, ya que temen que al hacerlo se los vea como débiles o fracasados. En muchas comunidades, especialmente las que presentan fuertes normas patriarcales, se espera que los hombres sean proveedores y protectores, roles que dejan poco espacio para la expresión emocional.
Las consecuencias de esta estigmatización son profundas. Los hombres tienen muchas menos posibilidades que las mujeres de recibir tratamientos de salud mental, pero es casi cuatro veces más probable que mueran por suicidio. Incluso cuando los hombres buscan ayuda, puede que se encuentren con estigmatización externa por parte de proveedores de atención médica, familiares o retratos de los medios que asocian las enfermedades mentales en hombres con violencia o debilidad.
Enfermedades crónicas
Los hombres se ven afectados en forma desproporcionada por enfermedades crónicas como enfermedad cardiovascular, diabetes, afecciones respiratorias y problemas hepáticos, que a menudo se deben a factores en el estilo de vida como fumar, una alimentación deficiente y la falta de controles médicos regulares. Las enfermedades cardíacas continúa siendo la causa principal de muerte en hombres, con más de la mitad de los adultos que demuestran señales de enfermedades cardiovasculares. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Chronic obstructive pulmonary disease, COPD) y el cáncer de pulmón son más frecuentes en hombres, especialmente quienes tienen un historial de consumo de tabaco. La enfermedad hepática, incluidas la cirrosis y la hepatitis, también son comunes y a menudo relacionadas con el consumo de alcohol.


Salud sexual y cambios hormonales
Los cambios sexuales y hormonales en hombres, especialmente a medida que envejecen, pueden afectar considerablemente su salud en general, con la testosterona como protagonista en la libido, energía, masa muscular y función reproductiva. Algunas afecciones como la andropausia (menopausia masculina) ocasionan la disminución gradual de la testosterona, lo que tiene como resultado la reducción del deseo sexual, disfunción eréctil, fatiga y cambios de humor. Los desequilibrios hormonales también pueden causar problemas como bajo recuento de espermatozoides, aumento del tejido mamario (ginecomastia) y pérdida de cabello. Curiosamente, investigaciones recientes sugieren que incluso leves aumentos de azúcar en sangre pueden afectar la función eréctil y la movilidad de espermatozoides, lo que destaca la relación entre salud metabólica y bienestar sexual.
Por qué es necesaria la Fundación Movember
La Fundación Movember aborda la crisis silenciosa en la salud de los hombres, que a menudo se pasa por alto o se estigmatiza. Los hombres mueren demasiado jóvenes de causas prevenibles y muchos sufren en silencio a causa de ideas antiguas sobre la masculinidad. Movember pone el foco en estos problemas e incentiva a los hombres a hacerse cargo de su salud y a hablar abiertamente de lo que les sucede.
La potencia de Movember se centra en su alcance global y su impacto durante todo el año. Desde 2003, ha financiado más de 1,300 proyectos en todo el mundo, transformando cómo se investiga la salud de los hombres, cómo se la entiende y cómo se la apoya. Al utilizar el bigote como iniciador de debate, Movember derriba barreras e incentiva el cambio real, desde la detección temprana del cáncer hasta concientización sobre la salud mental. No se trata solo de dejar crecer vello en el rostro, se trata de llevar adelante un movimiento que salva vidas.
Los hombres tienen muchas menos posibilidades que las mujeres de recibir tratamientos de salud mental, pero es casi cuatro veces más probable que mueran por suicidio.
Al utilizar el bigote como iniciador de debate, Movember derriba barreras e incentiva el cambio real, desde la detección temprana del cáncer hasta concientización sobre la salud mental.