Con el cambio de estación, muchas personas esperan con impaciencia la belleza de las flores y el calor del sol. Sin embargo, para algunos, la llegada de la primavera o el otoño viene acompañada de un fenómeno menos agradable: las alergias estacionales.
Las alergias estacionales, también conocidas como rinitis alérgica, están provocadas principalmente por el polen de los árboles, las gramíneas y las malas hierbas. Cuando estos alérgenos transportados por el aire entran en contacto con las membranas mucosas de los ojos, la nariz o la garganta, el sistema inmunológico del organismo puede identificarlos erróneamente como invasores nocivos, lo que provoca una reacción alérgica.
Entre los alérgenos más comunes se incluyen:
Polen de árboles: árboles como el roble, el abedul, el arce, el cedro y el pino liberan polen durante la primavera.
Polen de gramíneas: céspedes como el Bermuda, el Timothy y el Kentucky bluegrass producen polen a finales de primavera y principios de verano.
Polen de malas hierbas: la ambrosía es una de las principales responsables de las alergias otoñales, ya que libera grandes cantidades de polen en el aire.
Los síntomas de las alergias estacionales pueden variar en gravedad y pueden incluir:
- Estornudos
- Goteo o congestión nasal
- Picor o lagrimeo de ojos
- Fatiga
- Tos y dolor de garganta
El costo de las alergias nasales es de entre $3 mil millones y $ 4mil millones each year.
Estrategias de control eficaces
Si bien puede resultar difícil evitar por completo la exposición a los alérgenos estacionales, existen varias estrategias que pueden ayudar a controlar y aliviar los síntomas de la alergia:
Vigilar los niveles de polen: manténgase informado sobre las previsiones diarias de polen en su zona. En los días de mucho polen, considere la posibilidad de limitar las actividades al aire libre, especialmente durante las horas de mayor polinización.
Mantener las ventanas cerradas: para evitar que el polen entre en su casa, mantenga las ventanas cerradas durante las épocas de mayor polinización. Utilice purificadores de aire con filtros HEPA para atrapar los alérgenos transportados por el aire.
Practicar una higiene antialérgica: después de pasar tiempo al aire libre, dúchese y cámbiese de ropa para eliminar el polen de su cuerpo y ropa. No olvide limpiar también a sus mascotas.
Utilizar irrigación nasal: los aerosoles nasales salinos y los sistemas de irrigación pueden ayudar a despejar los conductos nasales y reducir la congestión. (Haga clic AQUÍ para saber cómo administrar correctamente un aerosol).
Medicamentos de venta libre: los antihistamínicos, descongestionantes y corticosteroides nasales son de venta libre y pueden aliviar los síntomas de la alergia. Sin embargo, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de empezar a tomar cualquier medicamento nuevo.
¿No encuentra su medicamento antialérgico últimamente? En septiembre de 2023, la FDA declaró que el descongestionante fenilefrina es ineficaz como descongestionante cuando se toma en forma de pastillas. En respuesta, muchas farmacias retiraron varios medicamentos como Vicks Dayquill, Benadryl Allergy Plus Congestion, Sudafed PE, Vicks Sinex y otros que contienen fenilefrina.
Inyecciones antialérgicas (inmunoterapia): a las personas con alergias graves o persistentes se les pueden recomendar inyecciones. Se trata de exponer gradualmente al individuo a cantidades crecientes de alérgenos para desensibilizar el sistema inmunitario.
Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar a un profesional de la salud para un tratamiento personalizado y eficaz. Las alergias estacionales pueden suponer un reto a la hora de disfrutar del aire libre, pero con un tratamiento adecuado, las personas pueden reducir significativamente el impacto de las reacciones alérgicas en su vida diaria.